acerca de mi
Mi nombre es Cecilia, nací en México. Actualmente vivo en Madrid.
Empecé a hacer yoga hace aproximadamente 14 años cuando una amiga me invitó a una clase en su estudio. Al inicio solo era ejercicio físico pero después de algún tiempo, empecé a ver los resultados y beneficios que esta disciplina aportaba a mi vida: me di cuenta que cada vez era más paciente, más positiva y por primera vez en mi vida me encontraba en equilibrio físico, mental y espiritual.
Llevaba seis años trabajando como contable y no me encontraba cómoda con mi vida laboral, ya que todo era muy monótono. Para ese entonces ya estaba enganchada al yoga y un día me desperté y dije: ¡¡esto es lo que quiero hacer con mi vida!! Renuncié a mi trabajo y me fui un mes intensivo a tomar mi primera certificación en Ashtanga Vinyasa Yoga con mi maestro Michael Gannon.
Cuando terminé la formación, fue tal la transformación y las ganas de hacer cambios en mi vida, que quise transmitir todo lo aprendido y fue ahí, cuando decidí ser profe de yoga a tiempo completo.
A los 6 meses, ya había empezado otra certificación de 200 horas en el estilo vinyasa, con mi maestra Stephany Weingerz de O2 Yoga México. Al poco tiempo, tomé la de Yoga en familia y niños por Rainbow Kids Yoga, todas avaladas por la Yoga Alliance. Con el deseo de seguir estudiando, aprendiendo y avanzando en mi práctica he hecho diversos talleres, cursos y módulos a lo largo de estos años, tales como Yoga mamá y bebé, yoga postparto, Rocket Vinyasa Yoga (con tres de los mejores profesores en este sistema, Tiago Rocha, David Kyle y Pedro Luis), Transiciones avanzadas con Akenara, para seguir enriqueciéndome de este mundo del yoga que tanto me apasiona. Además de otras disciplinas como Reiki I y Reiki II, y el método de barre. La más reciente es la de yin yoga con Carolina Drake.
Lo que más me gusta del yoga es esa conexión que haces con tu interior en donde aprendes a conocerte, a estar en el presente y que no importa lo que haya pasado durante el día porque al terminar de dar o recibir una clase sales de ahí con una sensación de bienestar, calma, con una paz interna. Las posturas solo son un pretexto para interiorizar, para ir hacia dentro, para observar qué nos generan ciertos movimientos, cómo reaccionamos a ellas, si podemos seguir respirando profundo, si podemos seguir manteniendo la calma tanto en nuestra mente como en nuestro corazón, lo mismo pasa fuera del mat. Cómo vamos aprendiendo a aceptar a las personas o situaciones y cómo vamos poco a poco dejando ir. Eso y más nos aporta esta gran filosofía del mundo de yoga. En mis clases te invito a hacer consciencia de tú cuerpo físico y a encontrar tú paz interior, siendo las clases fluidas, dinámicas y creativas donde conectarás con la respiración y el movimiento a través de la correcta alineación de las posturas, respetando siempre los límites de tu cuerpo.
Estoy muy contenta de haber encontrado mi camino pero más aún de poderlo compartir con todos ustedes...
¡Porque compartir es vivir!
¡namaste!